A este género pertenecen Cristina, Thomas y su encantador y educado hijo Valentín que nos han honrado con su presencia durante una semana, llegados desde Alemania para reunirse con los padres de la primera, Mari Carmen y Françesc, desplazados desde Lérida con ese fin.
Como ocurre casi siempre, y especialmente tras una estancia mayor de un fin de semana, la sintonía afectiva convirtió la relación profesional en personal y amistosa. Por ello, la despedida estuvo cargada de afecto y emotividad, con promesas de reencuentro. Sin embargo, nada superó la inesperada sorpresa final que nos habían dejado preparada en sus habitaciones y que sólo descubrimos cuando ya se había ido. El gesto se comenta por si mismo, por lo que nos limitamos a reproducir su imagen con la emocionada satisfacción de haber provocado involuntariamente este hermoso detalle de satisfacción que agradecemos de todo corazón.
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Regalo de Cristina, Valentín y Thomas |
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